JUAN MENA (Referencia en Torrelaguna)

En principio, este es el punto en el que más me quiero centrar. Primero quiero hacerte una introducción de Torrelaguna en sí, por si lo desconoces. Luego, hacer referencia a la importancia que tuvo para Juan de mena el pueblo, y para el pueblo Juan de Mena. Y para finalizar, una breve opinión personal sobre este tema.

Breve Introducción

La Real Villa de Torrelaguna se encuentra situada en el Nordeste de la Comunidad de Madrid, a alrededor de 58 kilómetros de distancia de la capital. Sus orígenes se remontan a una aldea independiente de Uceda (Guadalajara) creada por habitantes de dicha población que asentaron en esos terrenos una granja para aprovechar las vegas fértiles de la zona. Sin embargo, los restos arqueológicos hallados demuestran que esos terrenos ya habían estado habitados en la prehistoria y en las épocas celtíbera y romana. Torrelaguna seguiría dependiendo de Uceda hasta 1390, año en que el rey Juan I de Castilla y el Arzobispo de Toledo Pedro Tenorio nombran a la ciudad "Villa Libre". Según la tradición, Torrelaguna fue la tierra donde vivió, se casó y murió Santa María de la Cabeza, esposa de San Isidro, patrón de Madrid. La villa también ha estado ligada a varios personajes ilustres, como el escritor Juan de Mena; el Cardenal Cisneros; o el Arzobispo de Toledo y confesor de Carlos I y Felipe II, Bartolomé de Carranza, entre otros. En el año 1974, Torrelaguna fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional.

 

Historia de Torrelaguna

El término municipal de Torrelaguna se encuentra en el Valle medio del Jarama, al nordeste de la provincia de Madrid, lindando con la provincia de Guadalajara. La existencia en la zona de un castro ibérico y de diversos yacimientos arqueológicos dan fe de algún tipo de poblamiento en la prehistoria.

La historia de la población de Torrelaguna está muy ligada a la de Uceda, ya que se mantuvo dependiente de ella desde la fundación de ésta por los romanos, hasta que en 1390 Juan I de Castilla concede a la Villa su independencia, pasando por el dominio visigodo, el musulmán y la reconquista definitiva de Toledo y las tierras circundantes en 1085.

Tras la reconquista de la zona, en 1085, el arzobispo de Toledo, Pedro Tenorio, solicitó al Rey la separación de Torrelaguna de Uceda como recompensa por los esfuerzos que los vecinos realizaron en la construcción de la muralla y en el acopio de armas para la defensa. La concesión del título de Villa Libre o burgo en 1390, sumado a la concesión de mercado franco, supuso para Torrelaguna el inicio de su prosperidad.

Grabado de la Villa de Torrelaguna

El inicio de la prosperidad de la Villa se produjo entre finales del s. XV y principios del XVI, coincidiendo con la época de poder del Cardenal Cisneros y la llegada al pueblo de familias ilustres, cuyos miembros tenían cargos en la Corte como Juan Bernaldo de Quirós, que era guardarropa de Felipe II. Además, desde principios del siglo XV estaba en marcha la construcción de la iglesia (muy importante para nuestra familia), lo que habría traído un gran movimiento al pueblo, no sólo de trabajadores de los gremios de la construcción, sino de mercaderes y gentes atraídas por las necesidades que generaría un acontecimiento de la importancia de la construcción de una iglesia. A esto hay que añadir la construcción del pósito y el asentamiento de las comunidades religiosas, con la construcción del monasterio Franciscano de la Madre de Dios y la abadía de Concepcionistas Franciscanas Descalzas.

La importancia de Torrelaguna comienza a decrecer en los años posteriores. Durante la guerra de Sucesión (1700-1714), que enfrentó a Felipe de Anjou, con el Archiduque Carlos de Austria, Torrelaguna hospedó tropas de Felipe V, lo que favoreció el posterior perdón de sus deudas. Los habitantes de Torrelaguna pidieron en 1712 a Felipe V que perdonase las deudas que la Villa tenía con la Corona. El Rey accedió a sus peticiones y perdonó las deudas de la Villa adquiridas hasta finales de 1711; además pidió que a partir de enero de 1712 se moderasen las Contribuciones Reales y los Servicios de Millones (impuestos) en proporción de la vecindad. En 1749 Carlos III concede el rango de municipio a Torrelaguna, pero la Villa sufre otro revés con la guerra de la Independencia en 1808 cuando las tropas francesas provocan importantes destrucciones, las más significativas las de la muralla y el convento franciscano.

A mediados del siglo XIX Torrelaguna comienza a recuperar cierto dinamismo cuando la construcción del Canal de Isabel II atrae mano de obra y personal técnico, a pesar de las desavenencias que se produjeron en un primer momento entre el municipio y el Canal porque su mano de obra, en su mayoría procedente de presidios, aumentó la delincuencia e hizo que la población tuviera que acoger en sus casas a los militares que les vigilaban. La huella del Canal de Isabel II está presente por toda la zona. Gran número de conducciones, acueductos, edificios auxiliares y vías de acceso jalonan y rodean la importante infraestructura de derivaciones y conducciones de los embalses del entorno: Canales Alto y Bajo de Isabel II, de El Atazar, del Lozoya y del Alto Jarama. Fue la guerra civil el último golpe de gracia que sufrió el pueblo, como tantos otros de la geografía española, y cuyos efectos han tardado en superarse. En los años 60 y 70 del pasado siglo, con la población ya incorporada al partido judicial de Colmenar Viejo, se produjo un lógico descenso demográfico debido a la emigración hacia la capital, pero desde entonces se inició una clara recuperación, paulatina y sostenida. Declarada conjunto Histórico Artístico en 1974, hoy Torrelaguna está viviendo un nuevo crecimiento.

 

Torrelaguna y Juan de Mena

En 1456 cabalgaba por Torrelaguna el poeta favorito de Juan II y del condestable don Alvaro de Luna. Cabalgaba por Torrelaguna uno de los tres grandes de la literatura castellana del siglo XV, no menor que Jorge Manrique y su amigo el marqués de Santillana. Cabalgaba por Torrelaguna el autor del Laberinto, que decía haber visitado el palacio de la diosa Fortuna y contemplado las ruedas con que ésta gobierna y marea los humanales destinos.

Cabalgaba por Torrelaguna , Juan de Mena, cuando —sin darle tiempo de advertir la broma que la diosa le gastaba, ni el pareado que la ocasión le brindaba— se vino al suelo con la muía y la diñó en Torrelaguna. No era la primera vez que doña Fortuna hacía aquí de las suyas: 20 años antes nacía en Torrelaguna el que iba a ser el hombre más influyente del siglo y parte del siguiente, el cardenal Cisneros.

Esa lotería explica el que en aquel pueblo de 2.500 labrantines surgiera de sopetón una auténtica catedral gótica, con tres amplias naves cubiertas con bóvedas de crucería, un coro digno deángeles, capillas llenas de estatuas orantes y, tapizando el suelo, una muchedumbre de nobles laudas sepulcrales, que hasta da apuro pisar.

Siendo muchos y muy grandes los tesoros de esta iglesia —sobre todo, teniendo en cuenta que fue mercado durante la guerra civil y los trajinantes procesionaban en sus carretas ataviados con las dal máticas del cardenal—, nosotros nos quedamos con dos pequeños: el retablo de San Gregorio, ingenuo y colorista, como un cómic plateresco, y la lápida con la redondilla que le dedicó a su camarada el marqués de Santillana: "Feliz patria, dicha buena, / escondrijo de la muerte, / aquí le cupo la suerte / al poeta Juan de Mena".

Al lado de la iglesia se alza el antiguo Pósito —hoy casa consistorial—, con una inscripción de 1515 que recuerda que el cardenal depositó aquí 7.000 fanegas de trigo para perpetuo socorro de pobres y viudas.

Un tramo de soportales y una cruz indicadora del solar donde nació Cisneros completan el cuadro de esta plaza Mayor, que, junto con las casas blasonadas de las calles aledañas, forma uno de los más bellos conjuntos arquitectónicos de nuestra región, todo él resplandeciente de piedra caliza de la sierra de la Caleriza. Saliendo de la plaza por la calle de las Monjas, se descubre la portada plateresca del convento de Con-cepcionistas, donde en 1849 fue encerrada, por lianta, sor Patrocinio, la Monja de las Llagas.

Y al fondo, en los jardines del Coso, el palacio de Salinas, donde los corchetes de la Inquisición apresaron en 1559 a fray Bartolomé de Carranza, confesor de Carlos I, acusado de luteranismo. Ahora (nueva broma de quien ya sabemos) es cuartel de la Guardia Civil. Muy cerca, detrás del palacio de Arteaga —actual oficina de turismo—, un escudo con arado, reja y aguijada señala la casa donde cohabitaron a principios del siglo XII san Isidro y santa María de la Cabeza.

María Toribia, que así se llamaba esta torrelagunera, era guardesa de la ermita de la Piedad, cuyos muros aún descuellan a la vera del Jarama, el cual río, cuando bajaba crecido, la santa lo cru zaba arrodillada sobre su mantilla, prefigurando a Aladino.

Del pasado árabe de Torrelaguna quedan varias puertas de la muralla y, en lo alto de la Caleriza, a cuatro kilómetros por la carretera de El Berrueco, la atalaya de Arrebatacapas, que desde el año 950 ofrece unas vistas insupe rables de la vecina sierra de la Cabrera.

Otro paisaje memorable es el de la dehesa de Valgallego, un paraíso de vegetación mediterránea—encinas, alcornoques y quejigos— que puede explorarse desde el área recreativa que hay señalizada cerca del kilómetro 5 de la carretera de Torrelaguna a La Cabrera. A 200 metros del área, subiendo por el arroyo del Molino, veremos erguirse las imponentes crestas calizas de las Cuchilleras, con sus curvos filos resquebrajados, como las ruedas de la diosa Fortuna, después de tanto girar en Torrelaguna.

Opinión Personal

Lo primero de todo Pedro, espero que todos los textos, no se te hayan hecho muy pesados y largos pero es que ya no podía reducir más contenido, ya que creo que todo a lo que hago mención tiene su cierta relevancia.

Entrando a la opinión personal, Torrelaguna como ya te habré dicho es muy importante en nuestra familia. Decidí hacerte el trabajo de este tema porque, además de que Juan de Mena entró en contenido de clase, sentí que hacer este trabajo sobre el pueblo de mi madre y mis abuelos, era una satisfacción personal.

Torrelaguna es mucho Torrelaguna. A mí me gusta mucho, sus calles, su historia, su gente, su gastronomía (eso ya lo tienes que degustar tú Pedro, te lo aconsejo) y sus alrededores rurales. La parte materna de mi familia, se crió allí y es un gustazo poder disfrutar de la casa de mi abuela en el arrabal de Torrelaguna (por fuera de la muralla del centro). La iglesia de Santa María Magdalena es muy importante para nosotros, como ya te he dicho. Allí se casaron mis padres y celebramos multitud de ceremonias importantes para el entorno familiar. Es una Iglesia preciosa, que debes de visitar alguna vez. Como ya he hecho mención, destacar que en la parte izquierda de la Iglesia se haya enterrado nuestro protagonista, en la capilla de San Juan o del Cristo. Además, debo de hacer mención a la Virgen de la Soledad, patrona de Torrelaguna, además de que en septiembre son las fiestas y que su gentilicio es torrelagunenses. 

Para acabar, solo recomendarte que lo visites, ya que yo con este trabajo y con las imágenes solo puedo darte una pequeña muestra de cómo es de verdad este maravilloso lugar, Torrelaguna.